Amigos y amigas:
Este es un comunicado de mi gran amigo indígena Arhuaco Calixto Suarez Villafañe, haciendo una urgente denuncia del resurgimiento de la violencia en la Sierra nevada de Santa Marta. Por favor apoyemos reenviando este texto a todos nuestros contactos. Estas comunidades solo quieren que se les respete su territorio. Los megaproyectos están matando poco a poco la escencia del planeta: el agua, el aire, la tierra y la fauna y flora de territorios que han sido salvaguardados por todas las comunidades indígenas, aborígenes, ancestros y campesinos que respetan la tierra.
El pueblo indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el caribe
colombiano, ha tenido que vivir una historia de violencia de muchos
siglos. Las historias de los mayores, coinciden con el presente, la
violencia se repite de manera cíclica.
Muchos indígenas nos preguntamos ¿Por qué? A lo mejor para algunos
es un problema que hablemos sobre la naturaleza y de no hacerse daño
entre humanos, o quizá les resulten incómodas nuestras creencias de que
la Sierra es un territorio sagrado que debemos
proteger. Sean las razones que sean, no logramos comprender el por qué
de los ataques, amenazas, homicidios, violaciones y despojo de nuestras
tierras.
Crecí escuchando a los mayores contar las tristes historias de la
conquista y ahora adulto he tenido que vivir en carne propia la
violencia, que se ha acentuado en los últimos años, pues nos despojaron
de nuestras tierras y ahora vemos impotentes, cómo
estas pertenecen legalmente a privados. Pero sabemos que esas tierras
nos pertenecen, y son importantes para nosotros, no solo para comer pues
nuestra vocación es agrícola, sino por su valor espiritual. El
territorio sagrado que hace décadas nos pertenecía
hoy está escriturado a otras personas, son lugares en los que solíamos
hacer nuestras ceremonias y rituales de armonización.
Nosotros creemos que de esos lugares sagrados, de energía de
armonización, depende la vida de la humanidad, y por eso no estamos de
acuerdo en que sean transformados. Proteger los territorios sagrados nos
ha costado muchos enemigos que nos amenazan constantemente
y han asesinado a nuestro líderes.
En 1990, tres líderes de la Sierra fueron asesinados de la peor
manera. Hombres armados los secuestraron y luego los torturaron. El
resultado de la investigación demostró que el asesinato fue cometido por
miembros del Ejército Nacional de Colombia, por
orden de familias adineradas de Valledupar.
La línea negra, el límite de los territorios indígenas sagrados, no
ha sido respetada. Hoy se planean innumerables proyectos, desde creacion municipio,
represas, minas y puertos,hasta hoteles.
Siempre buscan argumentos en
los que dicen que estos proyectos beneficiarán a
la población indígena o local, pero la experiencia de otros proyectos,
como la instalación de unas antenas en territorio sagrado, nos muestran
que son solo promesas para lograr nuestra aprobación, pero una vez
realizado los proyectos no encontramos ningún beneficio,
por el contrario, afectan nuestra manera de vivir.
Lo preocupante es que cuando los proyectos no logran una respuesta
positiva por parte de los indígenas, entonces empieza la
violencia. Después del atentado al Cabildo Rogelio fue inevitable
recordar la época negra del paramilitarismo que le generó a la
comunidad daños psicológicos, espirituales y culturales.
Las amenazas, asesinatos y reclutamiento forzado de niños por parte
de los paramilitares produjeron en las comunidades fracturas sociales y
divisiones que aún hoy perduran. En zonas cercanas a Valledupar, los
paramilitares además de despojarnos de nuestros
territorios, crearon un sistema sangriento que nos prohibía acudir a la
ley para reclamar lo nuestro o intentar comprarlo.
Su método fue el terror y la intimidación; así fue como a uno de
nuestros líderes espirituales, que ni siquiera sabía español, fue le
sacaron el hígado y se lo comieron, además de descuartizarlo.
Nuestra respuesta, además del temor que es natural, es que los
hombres seguimos con nuestro poporo y ayu en nuestras mochilas y las
mujeres tejiendo las mochilas, a lo que llamamos hacer nudo, y cada nudo
es amor y con cada nudo se tejen el mundo y los
pensamientos.
De la violencia del pasado hemos aprendido que existen alianzas que
nos protegen, y por eso envío esta comunicación a todos los que estén
dispuestos a apoyarnos para evitar que se inicie un nuevo ciclo de
violencia. Después del atentado al Cabildo Rogelio,
consideramos vital el apoyo y acompañamiento de los ciudadanos
colombianos y también de la comunidad internacional..
No nos dejen solos en nuestra labor de protección de la Sierra Nevada y de nuestra cultura y costumbres.
"tuto uhia"
cantatutouhia@hotmail.com correo de secretario de gobierno valledupar cesar colombia
contactenos@pueblobello-cesar.gov.co correo municipio pueblo bello cesar colombia
Sierra Nevada Santa Marta, Valledupar, Colombia.
Calixto Suárez